Personas con VIH comparten su angustia al no poder continuar con el seguimiento virológico y tratamiento en el IMSS y el ISSSTE.
Desde hace algunas semanas, personas con VIH que son usuarias del IMSS y del ISSSTE empezaron a inquietarse por la falta de seguimiento virológico que está sucediendo en muchas, muchísimas clínicas en todo el país.
La contingencia debido a la COVID-19 en México le vino ‘como anillo al dedo’ no solo al presidente, sino también al director del IMSS, Zoé Robledo, y al del ISSSTE, Luis Antonio Ramírez. Digo esto porque encontraron el pretexto perfecto para violar los derechos humanos de las personas con VIH.
Pero hagamos cuentas. La contingencia en México lleva 6 meses. Nos han escrito personas que llevan más de UN AÑO sin estudios de carga viral y CD4. Es decir: 12 meses.

El pretexto hoy es «no hay condiciones, porque son unidades COVID-19 y no tenemos la infraestructura necesaria». Pero ¿por qué en los capasits y clínicas especializadas de la Secretaría de Salud ya se están agendando citas para los estudios de laboratorio?

Personas con VIH, derechohabientes del IMSS y del ISSSTE, temen por su vida
El señor X lleva 11 meses sin que se le hagan estudios de laboratorio en el ISSSTE. 11 meses que no sabe si está indetectable, de llamar a todos los teléfonos posibles, de ir a su hospital, de recibir excusas de «por presupuesto no se liberaron los formatos».

Esperen, ¿por qué? POR PRESUPUESTO. Entonces al Gobierno Federal lo que menos le interesa es la salud de las personas que dice gobernar. ¿Pero qué tal el beisbol?
Por su parte, el señor Z me cuenta:
«Llevo desde mediados del 2018 sin estudios de seguimiento. La primera vez me dijeron que mi doctor estaba de vacaciones. Cuando regresó el doctor, me regañó. Me dijo que por no hacerme los estudios ese año me los iba a mandar hasta 2019, cuando fue él quien se largó de vacaciones».

Desde Monterrey, el señor W sostiene una cartulina que dice: «Desconozco mi carga viral y CD4. Desde mi diagnóstico de VIH no me han realizado los análisis». Es decir, que a este usuario —desde que inició su tratamiento— jamás le han hecho ni un solo estudio.

Las negligencias que acumulan estos institutos son numerosas. Y a eso hay que sumarle las temibles experiencias que me cuentan los usuarios. Por ejemplo, ¿se imaginan que su doctora les dijera que se tomen un descanso de su tratamiento y se vayan a tomar unas cervezas? ENTÉRATE DE QUÉ PASA SI SUSPENDES TU TRATAMIENTO ANTIRRETROVIRAL.

O imagínense que les pasa como al usuario que le diagnosticaron citomegalovirus. Cuando fue a surtir su receta, le dijeron: «Uy, joven, orita eso ni ha llegado. Pero venga el próximo mes, chance ya llegó para ese entonces».
Parecería que la salud de miles de personas está en manos de otras que a falta del trabajo que siempre soñaron, les quedó por conformarse en el lugar donde atienden a filas y filas de gente que no les representa ni el más mínimo sentido de empatía y respeto.
Urgen soluciones
Tenemos un sistema de salud muy podrido, muy cansado y muy corrupto. Solo así se explica que Luis Antonio Ramírez guarde silencio y se esconda. Solo así explicamos el que un señor como Zoé Robledo siga sin atender las necesidades de las personas con VIH.

Las personas con VIH también tenemos paciencia, pero también esa tiene un límite. Leo que poco a poco hay más personas que están dispuestas a protestar y hacer lo que sea por dejar en claro que sus derechos humanos se respeten.
Por el bien de las personas que se atienden en el IMSS y en el ISSSTE, deseo las cosas se solucionen. Pero estas dos instituciones y sus directivos deben saber que si no hacen su trabajo y solucionan lo que está mal, no les dejaremos en paz. Y sus carreras políticas se verán manchadas por decenas de muertes y consecuencias irreversibles de personas con VIH. DESCUBRE SI PODRÁS PONERTE LA VACUNA CONTRA COVID-19 SI TIENES VIH.
Nuestras vidas no son desechables, no son intercambiables. Somos seres humanos en busca de seguir una vida ‘normal’ sin preocupación de desabasto o falta de seguimiento. Merecemos más de lo que las instituciones de salud en México están dispuestas a dar.
Hasta que la dignidad se haga costumbre.